Bodega
Septima
- Productos
- 1
- Location
- Agrelo, Mendoza
Bodega Séptima, una joya vitivinícola de Raventós Codorníu, es el resultado de más de cuatro siglos de experiencia en la tradición vinícola de una de las familias más antiguas de España. Desde su fundación en 1551, esta casa vinícola ha dedicado su pasión y conocimiento a la creación de vinos y cavas que han conquistado paladares en todo el mundo.
En 1999, en busca de nuevos horizontes y terroirs excepcionales, Raventós Codorníu se aventuró en el Nuevo Mundo y encontró su hogar en Agrelo, Luján de Cuyo, Mendoza, Argentina. A los pies de los majestuosos Andes y a una altitud de 1.050 metros sobre el nivel del mar, se erigió la Bodega Séptima, la séptima bodega de esta prestigiosa casa. Esta ubicación privilegiada brinda las condiciones ideales para la producción de vinos de nivel internacional.
Con un total de 14 bodegas centenarias, muchas de las cuales se encuentran en sus respectivos territorios vitivinícolas, Raventós Codorníu valora y celebra la tradición vitivinícola única de cada región. Bodega Séptima no es una excepción, y en conjunto, estas bodegas potencian la identidad y autonomía de cada una de ellas. En Raventós Codorníu y Bodega Séptima, se trabaja a largo plazo, con un profundo respeto por el terruño y la visión de preservar la herencia vitivinícola para las generaciones futuras.
En 1999, en busca de nuevos horizontes y terroirs excepcionales, Raventós Codorníu se aventuró en el Nuevo Mundo y encontró su hogar en Agrelo, Luján de Cuyo, Mendoza, Argentina. A los pies de los majestuosos Andes y a una altitud de 1.050 metros sobre el nivel del mar, se erigió la Bodega Séptima, la séptima bodega de esta prestigiosa casa. Esta ubicación privilegiada brinda las condiciones ideales para la producción de vinos de nivel internacional.
Con un total de 14 bodegas centenarias, muchas de las cuales se encuentran en sus respectivos territorios vitivinícolas, Raventós Codorníu valora y celebra la tradición vitivinícola única de cada región. Bodega Séptima no es una excepción, y en conjunto, estas bodegas potencian la identidad y autonomía de cada una de ellas. En Raventós Codorníu y Bodega Séptima, se trabaja a largo plazo, con un profundo respeto por el terruño y la visión de preservar la herencia vitivinícola para las generaciones futuras.
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