Ubicada en el corazón del pintoresco Valle de Uco en Mendoza, Argentina, la bodega Solo Contigo Wines es mucho más que un lugar para disfrutar de excelentes vinos. Es un oasis para los amantes del arte, la música y la buena vida, concebido desde sus inicios por la visión de Terry y Noel Neelands.
La arquitectura de Solo Contigo, diseñada por el renombrado estudio Bórmida & Yanzón, es una declaración de estilo y elegancia. Con líneas modernas y vibrantes toques de color, la bodega invita a sus visitantes a sumergirse en un mundo donde el vino y el arte convergen de manera armoniosa. Desde la imponente galería de arte, adornada con una llamativa pirámide invertida que simboliza la energía solar que nutre la bodega y su comunidad, hasta los íntimos rincones decorados con obras contemporáneas de su colección privada y piezas de talentosos artistas locales, cada espacio en Solo Contigo es una celebración visual.
Pero la experiencia en Solo Contigo va más allá de lo estético. Con una capacidad de producción de 120,000 litros y equipada con lo último en tecnología vinícola, la bodega garantiza la calidad excepcional de cada botella que produce. Desde tanques de acero inoxidable hasta piletas de hormigón y nuevas barricas de roble, cada detalle está cuidadosamente diseñado para resaltar las características únicas de los vinos de Solo Contigo.
Detrás de este proyecto se encuentran Terry y Noel Neelands, una pareja apasionada por el arte, los viajes y, por supuesto, el vino. Originarios de Canadá, su historia de amor con Argentina comenzó en 2008, cuando quedaron cautivados por la belleza del Valle de Uco. Desde entonces, han dedicado su tiempo y energía a convertir su visión en realidad, cultivando vides en los fértiles suelos de Los Chacayes y, finalmente, dando vida a su propia bodega en 2014.
Para Terry y Noel, Solo Contigo es más que un negocio; es un reflejo de su pasión compartida y su compromiso con la excelencia. Cada botella que sale de sus puertas es un testimonio de su dedicación a crear vinos que no solo deleitan el paladar, sino que también cuentan una historia de amor por la tierra y el arte. En Solo Contigo, cada visita es una invitación a ser parte de esta historia, a descubrir la magia que se esconde detrás de cada copa y a compartir la alegría de vivir una vida llena de pasión y creatividad.