La arquitectura de la bodega Malma es una síntesis entre una avanzada tecnología vitícola y la estética del paisaje patagónico. Posee una organización en forma lineal gracias a la que se integra al paisaje a través de distintos taludes que la emparentan con las formaciones montañosas de la región conocidas como bardas.
La bodega Malma es donde sucede la alquimia y las uvas moldeadas por el viento y el frío se transforman en vinos que reflejan el terruño.