Ubicada en un rincón histórico y familiar, Finca Suárez es mucho más que una bodega: es un símbolo de pasión y compromiso con la tierra y su legado. Desde 1921, cuando Leopoldo Suárez visualizó un oasis vitivinícola, la finca ha sido un faro de tradición y innovación. Con raíces que se remontan a generaciones, ha resistido desafíos económicos, adaptándose y evolucionando.
Bajo el liderazgo de Facundo Suárez Lastra desde 1998, la finca experimentó un resurgimiento, estableciendo viñedos en terrenos vírgenes y enfocándose en la calidad excepcional. Con la incorporación de Juanfa Suárez en 2011, se reafirmó el compromiso con prácticas sostenibles y la revitalización del Semillón, honrando la visión original de Leopoldo.
Además de su pasión por el vino, Finca Suárez se destaca por su compromiso comunitario y ambiental. Colaboran estrechamente con organizaciones locales y, como socios fundadores de PIPA, impulsan proyectos educativos y geográficos en Paraje Altamira.
En resumen, Finca Suárez encapsula un siglo de historia, tradición y compromiso, ofreciendo vinos que son testimonio de su amor por la tierra y su dedicación a la autenticidad.