Manija, Mas Manija Syrah, 2022
AS
87
ARS 16.800,00
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Tasting Notes
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Description
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Technical Sheet
Bright and clear red with high intensity violet edges, with light tears.
The primary aromas are of black fruits like blackberries, plums, and some cherries. Secondary aromas include notes of pink pepper, spices like clove, cinnamon, and smokiness. The barrel has little influence, but can be observed in the tertiary aromas.
It has an elegant entrance with a subtle bitterness, velvety texture, low astringency, and we notice a medium/long finish through the retro-nasal passage.
Origen: La Consulta, San Carlos, Mendoza
Elaboración: 3 microvinificiones en vasijas de 570 L con temperaturas promedio de 26º. Maceraciones de 16 días.
Extracción usando punch-down. Maloláctica en barricas.
Uso de levaduras nativas.
Roble: 18 meses de roble francés de cuarto uso.
Edición de 852 botellas
Elaboración: 3 microvinificiones en vasijas de 570 L con temperaturas promedio de 26º. Maceraciones de 16 días.
Extracción usando punch-down. Maloláctica en barricas.
Uso de levaduras nativas.
Roble: 18 meses de roble francés de cuarto uso.
Edición de 852 botellas
Manija
- Products
- 2
- Location
- La Consulta, Mendoza
Unidos por la amistad y la pasión, un grupo de hermanos de la vida se embarcó en una aventura vitivinícola que celebra la cultura, la amistad y la familia. Con viñedos familiares situados en las prestigiosas regiones de La Consulta y Altamira, Bodega Manija nació en 2015 con el simple deseo de crear vinos para acompañar las tradicionales juntadas y asados.
La historia de Bodega Manija es una de vínculos profundos y un amor compartido por el arte de hacer vinos. Desde siempre, Martín Bianchetti, Martín Morillas y Gastón Trentin han estado unidos, no solo por la amistad, sino ahora también por su compromiso con la viticultura.
En 2018, impulsados por su amor al pueblo donde crecieron y al que siempre desean regresar, iniciaron un proyecto que va más allá de la elaboración de vino. En Bodega Manija, no hay nada más apasionante que invertir cientos de horas en cada cosecha, esperando ver los frutos de su trabajo en meses o incluso años.
Cada botella de vino es una expresión de su dedicación, una celebración de la cultura, la amistad y la familia. Los creadores esperan que cada sorbo sea disfrutado tanto como ellos disfrutan el proceso de elaboración, reflejando la esencia de lo que significa ser parte de la familia Manija.