Desde el primer vistazo, su color rojo morado, profundo y luminoso, te invita a explorar sus matices cautivadores. En nariz, se despliega un festín de aromas, donde las frambuesas jugosas, las moras maduras y las ciruelas suculentas se entrelazan con delicadas notas de violetas, creando una sinfonía perfumada.

En boca, Mara Bonarda se revela como un equilibrio perfecto entre suavidad y estructura. Sus taninos, finos y sedosos, abrazan el paladar con gracia, mientras que la frescura vibrante da vida a cada sorbo. Esta obra maestra ha sido cuidadosamente envejecida durante 8 meses en barricas pequeñas de roble francés y americano, donde adquiere una complejidad única, fusionando la fruta con elegantes matices de chocolate y café.

Mara Bonarda es más que un vino, es una experiencia sensorial que cautiva los sentidos y deleita el alma. Descubre su suavidad, su carácter frutal y su exquisita armonía, en cada botella de esta joya vinícola.